El acercamiento conocido como "iglecrecimiento" data de la década de los cincuenta cuando Donald McGavran escribió el libro Bridges of God (1955). Desde aquel entonces, esta escuela de pensamiento ha captado mucha atención y ha sido de mucho beneficio en casi todo el mundo, ayudando a las iglesias a reconocer su deber de crecer y saber cómo pueden cumplir con él. Pero no toda la atención recibida por este acercamiento ha sido de carácter positivo.
EL ACERCAMIENTO conocido como "iglecrecimiento" data de la década de los cincuenta cuando Donald McGavran escribió el libro Bridges of God (1955). Desde aquel entonces, esta escuela de pensamiento ha captado mucha atención y ha sido de mucho beneficio en casi todo el mundo, ayudando a las iglesias a reconocer su deber de crecer y saber cómo pueden cumplir con él.
Pero no toda la atención recibida por este acercamiento ha sido de carácter positivo. Muchos lo han criticado por una u otra razón. Una de las críticas, la más enfatizada y potente, afirma que el acercamiento carece de base bíblica.
En estos momentos, varios autores han defendido este asunto frente a la postura de los críticos: Donald McGavran, Ralph Winter, Eddie Gibbs, Juan Carlos Miranda y Roger Greenway, y otros, entre los que sobresale Pedro Wagner, quienes han mostrado la base bíblica del iglecrecimiento.
Sin embargo, todos estos autores han publicado sus pensamientos después de 1955. El autor Roland Allen escribió su libro Missionary Methods, St. Paul’s or Ours en 1953, en el cual en un sentido trató acerca de iglecrecimiento cuando detalló las bases doctrinales del establecimiento de la Iglesia y los principios metodológicos que utilizaba Pablo.
Con todo respeto a estos autores, me atrevo a decir que no fueron los primeros en escribir acerca de los "principios de iglecrecimiento." El primer autor que escribió una historia de la Iglesia, la manera en que se formó y creció, fue Lucas. En su libro Los Hechos de los Apóstoles, nos hace ver algunos de los principios más conocidos de iglecrecimiento.
En la lectura del libro de los Hechos, encontramos por lo menos 28 principios de iglecrecimiento. Es cierto que Lucas no conoció el término "iglecrecimiento" y que tal vez no tuvo en mente el propósito de definir sus principios. Sin embargo, implícitamente lo hizo y descubrirlos tiene mucho valor para su implementación en nuestras iglesias a fin de que puedan crecer de la misma manera que en los días de Pedro, Pablo, Bernabé, Juan, Marcos, Silas y Lucas.
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